La cueva de Rouffignac está situada a unos 5 kilómetros de la localidad que le da nombre, en el departamento de la Dordoña.
La caverna es un complejo sistema de tres niveles de galerías que alcanza los 10 kilómetros de recorrido y que llama la atención del visitante por la casi total ausencia de estalactitas y estalagmitas.
En sus paredes y techos abundan las representaciones grabadas o dibujadas de mamuts. Un inventario reciente ha registrado 158 representaciones de mamuts. Además de mamuts hay caballos 28,7%, bisontes 22,2%, cabras 9,5%, uros 6,1%, ciervos 5,8%, ciervas 7,3%, mamuts 7,8%, renos 3,7%, osos 1,4%, leones 1,2%, rinocerontes 0,5%, peces 1,0%, humanos 3,5% y diversos 1,3%.
La cueva atesora 158 mamuts, 29 bisontes, 16 caballos, 12 cabras, 11 rinocerontes lanudos, 1 oso, 4 humanos, 6 posibles serpientes, 14 signos tectiformes y 4 figuras indeterminadas. Los mamuts son el 62% del total.
Para datar el arte de Rouffignac se recurrió a la comparación estilística con las representaciones de otras cavernas ya fechadas. Convencionalmente, se ha situado Rouffignac en el magdaleniense, en torno a los 13.000 años.