lunes, 10 de agosto de 2015
martes, 4 de agosto de 2015
domingo, 2 de agosto de 2015
Cañón de Coyahuasi: uno de los más profundos del mundo
Es el cuarto cañón más profundo del mundo teniendo una profundidad de 3,535 metros siendo superados por los siguientes cañones: Cañón de Yarlung Tsangpo con 5,590 metros, Cañón de Apurímac con 4,691 metros, Cañón de Kali Gandaki con 4,375 de profundidad.
sábado, 1 de agosto de 2015
Tambillo - Pica - Chile
El Virrey del Perú confió a Juan Polo de Ondegardo y Zárate, (afamado jurisconsulto) que
estudiara a fondo el tema de la religión indígena para poder aportar argumentos sólidos y de primera mano
para uso de los sacerdotes que pretendían evangelizarlos.
"Común es casi a todos los indios adorar Huacas, Ídolos, Quebradas, Peñas o Piedras Grandes, Cerros, Cumbres de montes, Manantiales, Fuentes y, finalmente, cualquier cosa de naturaleza que parezca notable y diferenciada de las demás". (Polo de Ondegardo, 1916, Tomo III, cap. I, Nº 4;).
Los antiguos andinos creían percibir en estos lugares ciertas "presencias" sobrenaturales a las cuales reverenciaban y a las que consideran sus "protectores".
Estos lugares eran considerados por ellos como "fuertes", es decir, estaban premunidos de fuerzas especiales.
Entonces los representantes de la 'Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana' decidieron que tal 'idolatría' había de ser extirpada. Tales diseños y figuras eran consideradas "obras del demonio", había que borrarlas y/o hacerlas desaparecer.
Frecuentemente se aconsejaba poner allí donde hubo un santuario u adoratorio una cruz cristiana, a la que se seguía reverenciando.
"Común es casi a todos los indios adorar Huacas, Ídolos, Quebradas, Peñas o Piedras Grandes, Cerros, Cumbres de montes, Manantiales, Fuentes y, finalmente, cualquier cosa de naturaleza que parezca notable y diferenciada de las demás". (Polo de Ondegardo, 1916, Tomo III, cap. I, Nº 4;).
Los antiguos andinos creían percibir en estos lugares ciertas "presencias" sobrenaturales a las cuales reverenciaban y a las que consideran sus "protectores".
Estos lugares eran considerados por ellos como "fuertes", es decir, estaban premunidos de fuerzas especiales.
Entonces los representantes de la 'Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana' decidieron que tal 'idolatría' había de ser extirpada. Tales diseños y figuras eran consideradas "obras del demonio", había que borrarlas y/o hacerlas desaparecer.
Frecuentemente se aconsejaba poner allí donde hubo un santuario u adoratorio una cruz cristiana, a la que se seguía reverenciando.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)